Wednesday, March 10, 2010

Ignacio el Chinchilla


Tengo tres perros que a mí me encantan. Se llaman Riley, Reese, y Tiger y todos son Tibetan Terriers. Aunque amo a mis perros magníficos, me encantaría tener una Chinchilla. Si tuviera una Chinchilla, le llamaría Ignacio si fuera un chico y Guadalupe si fuera una chica. Hablaría español con mi Chinchilla todas las noches. Iríamos a Taco Bell y Chipotle cada día para que no perdiera su alma latina; la cultura y etnicidad es tan importante y es lo que da vida a nuestro mundo. Sin chinchillas como Ignacio no existieran, todo seria blanco y negro. Temaría que no tenga amigos, entonces le traería a unas fiestas de otros animales latinos, como chihuahuas y alpacas. Hablarían los animales sobre sus días en la Patria y respetarían los otros a Ignacio porque sabrían que él podía matarles con su fuerza. Viviríamos en Pilsen y pintaríamos murales en los muros, y en los murales nosotros ilustraríamos que significa para ser latino. Cuando habré cumplido 18 años, viajaríamos a Colombia e iríamos a unos conciertos de Juanes, donde el cantante nos permitiría ir del estrado. Cuando había cumplido 10 años, le permitiría llegar a su patria, Perú, porque extrañara a su familia, específicamente su hermano Ángel. Le echaría de menos, pero estaría muy contenta con saber que viviera en la forma que le gustó.